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Hay una voz dentro que a veces susurra. No grita, no impone. Solo te dice: “Esto no es todo”, “Hay algo más”. Y aunque la rutina, el ruido o las responsabilidades intentan taparla, esa voz vuelve. Y si has llegado

Durante años, a los hombres se nos ha enseñado que hablar de lo que sentimos no es necesario. Que “hay que aguantar”, que “los problemas se resuelven solos”, que el silencio es sinónimo de fortaleza. Pero… ¿y si ese silencio

Muchos hombres hemos crecido con la idea de que hay que tirar para adelante, sin mirar atrás, sin hablar de lo que duele. Pero lo cierto es que aquello que no se nombra, no desaparece. Se queda ahí dentro, enquistado,